Estado empresario, Estado promotor, Estado regulador. El Banco de la Nación Argentina...

Ponencia: Regalsky

Andrés M. Regalsky (Conicet-UNTres de Febrero-UNLuján)

En agosto de 1914, con el estallido de la Primera Guerra Mundial, una crisis que venía incubándose desde el año anterior y aún antes, por la desaceleración en el flujo de capitales externos, toma cuerpo en el sistema financiero argentino. En ese contexto el Banco de la Nación Argentina, que venía asumiendo cada vez mayor protagonismo por la creciente masa de recursos que movilizaba y su despliegue territorial, es llamado a desempeñar de hecho nuevas funciones. En un contexto de retracción generalizada, en el que era el único establecimiento en condiciones de mantener y aun aumentar su capacidad crediticia, va a cumplir un rol esencial en la refinanciación de deudas que muchos actores económicos requieren. Pero además será el instrumento por excelencia para las nuevas políticas públicas que buscan generar respaldo a los productores rurales y a ciertas economías regionales. Y no menos importante es su papel en relación a otras entidades bancarias, particularmente de capital privado nacional, aquejadas de fuertes problemas de iliquidez y, de modo cada vez más importante, en relación a las necesidades financieras del Estado nacional y sus organismos autónomos (incipientes empresas públicas avant la lettre), en un contexto de cierre de las alternativas de financiamiento de largo plazo.

El presente trabajo analizará estos tópicos sobre la base de la consulta de las memorias y balances del BNA, sus libros de actas del directorio, así como las memorias del Ministerio de Hacienda, la Contaduría General y otras publicaciones oficiales y del ámbito legislativo.