Cecilia Moreira Goyetche (Instituto de Economía- Facultad de Ciencias Económicas y de Administración- UDELAR, Uruguay)
El trabajo se propone abordar el crédito otorgado a la industria por el Banco de la República entre 1931 y 1958, con la intención de conocer qué incidencia tuvo el crédito bancario en el financiamiento y el fomento de las actividades industriales que se desarrollaron en el período conocido como de desarrollo hacia adentro.
Dado que la industria se transformó en el sector impulsor del crecimiento económico, y frente al claro desarrollo de otra clase de políticas de promoción industrial, se buscará precisar si a nivel de la política económica se planearon modalidades específicas de crédito para fomentar a la industria a través de la institución bancaria oficial. Asimismo, se indagará en la política crediticia y en el modo que fue usada para afrontar la recesión de los años treinta y durante el crecimiento de la segunda posguerra.
Se toma al año 1931 como punto de partida porque el establecimiento del control de cambios fue la asunción pública de que el patrón oro era dejado a un lado, y se gestaba así la posibilidad de desarrollar políticas monetarias más autónomas. El corte final es en 1958 porque el cambio de gobierno y la Reforma Cambiaria y Monetaria subsiguiente significaron para el Uruguay el comienzo del abandono del dirigismo estatal, y porque a partir de ese momento se comenzaron a procesar algunos cambios en el Banco de la República que tendieron a transformarlo en un banco de desarrollo.
El trabajo se centra en el Banco de la República porque fue por entonces la única institución que desarrolló explícitamente créditos de fomento para los sectores productivos. En 1925 se amplió la sección de Crédito Rural del banco y se transformó también en Industrial, teniendo por cometido el de brindar créditos adaptados a las necesidades de esos sectores. En las décadas posteriores perfeccionó sus modalidades crediticias y en 1948 creó las líneas de Crédito de Habilitación Industrial. Paralelamente, y dando cuenta del interés de promover a la industria, surgieron propuesta de crear un Banco Industrial por parte del Ministro de Hacienda y del propio Presidente Batlle Berres que no tuvieron andamiento y ratificaron la responsabilidad del República en ese tema.
En ese marco, se describirá el funcionamiento de las líneas de crédito especializadas hacia el sector industrial y se sistematizará la información cuantitativa sobre cada una de de ellas para averiguar si efectivamente se adaptaban a los ciclos y necesidades de las actividades productivas. Asimismo, se rastrearán las potencialidades que sus creadores y ejecutores proyectaron sobre ellas. Finalmente se analizará si tales modalidades crediticias pueden ser consideradas de fomento, el alcance efectivo que tuvieron en la promoción industrial y el grado de coherencia que existió entre las propuestas de política y su puesta en práctica.