Empresarios, comerciantes y estancieros en el asociacionismo español en Uruguay, 1870-1930

Concepción Navarro Azcue (Universidad Complutense de Madrid)

Dentro del seno de la comunidad étnica, precisamente en las instituciones que los agrupaban,  fue donde algunos inmigrantes, que ya habían alcanzado una posición socioeconómica relevante, pudieron mejorarla y consolidarla  a través del prestigio que les confería la actuación dichos centros de su colectividad.

En el caso de los españoles, podemos ver como ellos establecieron una jerarquía de sus instituciones étnicas conformadas y a la vez conformadoras de un liderazgo que al parecer estaba bastante articulado.

En un artículo de Franco Ramella sobre la utilización del concepto de red en los temas migratorios, encontramos una afirmación que queremos incorporar a este texto: “Son las redes de relaciones de las que forman parte, y que ellos construyen, las que estructuran las oportunidades. Es en este sentido que dichas oportunidades están socialmente determinadas; no dependen de las características personales, de los atributos, sino de las relaciones entre los actores”[1].

Otra cuestión a tener en cuenta fue la de las relaciones con la sociedad receptora, que en el caso de los líderes de estas asociaciones, podían ser mayores o menores según el grupo que involucrase -recordemos que los centros podían aglutinar a un pueblo, una comarca, la provincia o al conjunto de los españoles- y al papel que quisiesen desempeñar. En general, creemos que como ya advertía XoséNuñez Seixas para Buenos Aires, que en Uruguay se repetía el esquema de contraposición de las elites, “entre una propiciada por el ascenso económico y que busca reafirmar su posición en la sociedad receptora para integrarse mejor en ella, a través precisamente del liderazgo étnico, y otra positive leadership de intelectuales, periodistas, profesionales, etc., que se orienta hacia un liderazgo afirmativo en el interior del grupo étnico inmigrado”[2]

Sin embargo, si tenemos en cuenta los nombres de las distintas comisiones directivas, podremos observar como se mezclan las elites,  ya que la conducciones de las principales asociaciones, estaban integradas por comerciantes e industriales exitosos y por la intelectualidad de la colonia .médicos, abogados, maestros, periodistas, entre otros-.

Si tenemos en cuenta la biografía de alguno de ellos, podemos ver como se cumple lo señalado por Seixas.  José María Cordero,  nacido en Cádiz en 1823.  Había llegado junto a su padre a Montevideo en el año 1838.  Sus inicios fueron humildes ya que desempeñó diversos empleos hasta que en 1840 creó con Cayetano Rivas el Liceo Montevideano. Además fue fundador de la Sociedad de Magisterio y del Instituto de Enseñanza Pública. En 1849 se dirige a las autoridades nacionales presentándose como preceptor de Enseñanza Primaria.[3]

Pero también había un cirujano, un periodista, un librero, un maestro, etc. Mientras que el Centro Gallego, tres de sus presidentes eran miembros de la burguesía local; uno de ellos Mario Rodríguez era el propietario de una fábrica de anises, además formó parte de la primera directiva de la Liga Industrial; otro, José García Conde, también fue fundador de dicha Liga, y de la de Defensa Comercial, siendo hacendado y barraquero; por último, Félix Martínez de Castro era un rico hacendado del departamento de Florida.

Ahora bien, sea cual sea el lugar en la jerarquía del asociacionismo español, en cada centro fue un grupo el que ejerció su liderazgo y ellos se repetían.

Por ultimo, la representatividad que desempeñaron, en una doble vertiente, por una parte como forma de posicionarse ante la sociedad que los acogía, por otra como la manera que encontró la inmigración exitosa para destacar y figurar.

Sintetizando, al tiempo que ayudaban a la adaptación al nuevo país, reforzaban sus identidades y lealtades étnicas particularistas, así como –algunos- sus posibilidades de liderazgo.


[1]Franco Ramella. “Por un uso fuerte del concepto de red en los estudios migratorios”. En Mónica Bjerg y Hernán Otero. Inmigración y redes sociales en la Argentina moderna. CEMLA/IEHS, Tandil, 1995.p. 21

[2]Xosé M. Nuñez Seixas. “Emigración y nacionalismo gallego en Argentina”. En Estudios Migratorios Latinoamericanos. Buenos Aires, V. nº 15-16, p. 382

[3]Ibidem. Pp. 60