Jesús Méndez Reyes (Universidad Autónoma de Baja California)
Resumen:
Entre 1965 y 1975 las cooperativas pesqueras de la región noroeste de México (península de Baja California, Sonora, Sinaloa y Nayarit) despuntaron de manera significativa en la producción y exportación de diferentes especies. El apoyo estatal rescató del olvido una experiencia previa de cooperativismo de treinta años atrás, entre los pequeños pescadores (de panga) y los grandes de alta mar que solidificó el cooperativismo.
Al parecer los recursos canalizados al sector provinieron del déficit fiscal, el endeudamiento y las prácticas populistas del gobierno, por lo que al final las cooperativas quedaron “ahorcadas” y echaron por la borda el ejercicio cooperativo.
El propósito del trabajo es explicar cómo el cooperativismo de los últimos años ha vuelto a interesar a los pescadores y al gobierno mismo, bajo un esquema —en principio financieramente sano— que pudiese repetir el ciclo negativo de las décadas anteriores, por las condiciones propias del mercado y la falta de alternativas solidarias en una economía abierta con bajos niveles de competencia. La evidencia empírica son dos estudios de caso entre las cooperativas del mar de Cortés que hacen necesario apuntalar el cooperativismo en la zona, a pesar del desánimo actual de la generación exitosa de 30 años atrás.
Palabras clave: Cooperativas pesqueras, Estado promotor, Baja California, México.
