Sabrina Siniscalchi (PHES - UdelaR)
La teoría neoinstitucionalista plantea que los marcos institucionales condicionan las posibilidades de desarrollo de las naciones, y son las “buenas instituciones” las que aseguran el éxito. Asimismo, desde distintos enfoques dentro de este cuerpo teórico podemos afirmar que las “buenas instituciones” son aquellas que cumplen con una triple condición: aseguran los derechos de propiedad, distribuyen el poder y son estables en el tiempo. En este sentido, las sociedades que logran desarrollar marcos institucionales de mejor calidad generan a través de ellos un sistema de incentivos en los agentes, así como un conjunto de conductas sociales que impactan directamente sobre el crecimiento a través de los aumentos en la inversión tanto en capital físico como humano. La Ciencia Política, en consonancia con la idea de distribución del poder, ha entendido que las buenas instituciones se asocian con aquellas que se desarrollan en regímenes democráticos, ya que es en ellos donde se establecen mecanismos de competencia y de participación ciudadanas que aseguran la distribución equitativa del poder político, así como se garantiza la existencia de Estados de Derecho que protegen las libertades de los individuos entendidas en el más amplio sentido. Dentro del campo de la nueva economía institucional también se ha arribado a conclusiones similares (Rodrik, 2007).
En este trabajo, utilizando estas tres dimensiones teóricas en las que se puede dividir el concepto de instituciones, se intentará determinar aquellas combinaciones institucionales que han tenido lugar durante el desempeño económico del Uruguay entre 1870 y el 2010. De esta forma, a través de la utilización del análisis de componentes principales (ACP) se buscará, dentro de los distintos modelos económicos que se han aplicado en el Uruguay, las combinaciones institucionales que mejor explican los procesos de crecimiento y no crecimiento de los mismos, y se construirá un indicador sintético que reúne las tres características para ver la evolución institucional del país en el largo plazo.